Un diagnóstico correcto y una primera evaluación, determina cuál es la causa que provoca la sonrisa gingival y cuál es el tratamiento más adecuado para corregirla.
Mediante infiltraciones, controlaremos que el paciente enseñe la cantidad justa de encía, evitando que el músculo ejerza demasiada fuerza y el labio no se eleve tanto al sonreír.
Mediante ácido hialurónico, con una reticulación específica, se infiltra a nivel profundo en zonas específicas del labio. Así, mejoramos y disimulamos eficazmente los efectos de la sonrisa gingival.
Sonríe sin complejos.
La armonización facial es un concepto nuevo que persigue resaltar la belleza natural, destacando los puntos favorables y suavizando los defectos de cada persona.
Con un diagnóstico personalizado, el objetivo no está centrado sólo en el tratamiento de las arrugas y surcos, sino en mejorar cada detalle facial, delineando los ángulos del rostro: un mentón de ligera proyección, contornos bien definidos, sin extremar los rellenos de labios o pómulos.
Una combinación de procedimientos que de forma conjugada son capaces de ofrecer equilibrio estético y funcional.
La sonrisa gingival se produce cuando al sonreír se muestra una cantidad significativa de encía por encima de los dientes superiores, lo que puede dar la impresión de que los dientes son más cortos. Puede ser causada por varios factores, incluyendo la hiperactividad de los músculos faciales que elevan el labio superior.
Nuestro tratamiento consiste en diagnósticos personalizados seguidos de infiltraciones para controlar la elevación del labio superior y/o el uso de ácido hialurónico de reticulación específica para mejorar la estética del labio, dependiendo de la causa subyacente de la sonrisa gingival.
El tratamiento para la sonrisa gingival es mínimamente invasivo y se realiza con técnicas que minimizan el dolor. En la mayoría de los casos, no se requiere anestesia y los pacientes experimentan poco o ningún malestar.
El procedimiento suele durar unos 15 minutos, haciéndolo conveniente incluso para personas con agendas apretadas.
Los resultados pueden empezar a notarse a partir de las 72 horas después del tratamiento, con el máximo efecto visible entre 7 a 15 días.
Los resultados varían de un paciente a otro pero generalmente duran entre 4 a 6 meses. Se recomienda una sesión de seguimiento cada 4 meses para mantener los resultados.
Los efectos secundarios son mínimos y pueden incluir hinchazón o moretones temporales en el área tratada, los cuales suelen desaparecer en pocos días.
No es necesario un tiempo de recuperación significativo. Los pacientes pueden retomar sus actividades diarias inmediatamente después del tratamiento.
La mayoría de los adultos saludables son candidatos para este tratamiento. Sin embargo, un diagnóstico personalizado es esencial para determinar la idoneidad basándose en la causa específica de la sonrisa gingival y los objetivos estéticos del paciente.
Un servicio personalizado de máxima calidad e individualizado, en un ambiente agradable y profesional. Nuestro equipo médico, dirigido por el Dr. Ferran Solà, te asesorará en los tratamientos médicos más adecuados para ti.
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