Hay que diferenciar los trastornos mentales de un malestar emocional. La enfermedad mental implica una mayor grado de severidad y de afectación en la funcionalidad psicosocial del enfermo.

Se trata de una alteración grave en el pensamiento, los sentimientos, las emociones o la conducta de la persona. Es una deficiencia en el proceso de organización progresiva de la personalidad, que conlleva a la vez un proceso de regresión.

La metodología a seguir en este caso hace imprescindible una buena evaluación psicológica y un proceso diagnóstico. Consideramos fundamental y necesario, en la mayoría de los casos, un abordaje terapéutico combinado con un especialista en psiquiatría, pues se consigue una mayor eficacia terapéutica cuando el tratamiento combina farmacología y psicología.

Algún tipo de trastornos mentales que tratamos son:

• Trastornos de inicio de infancia y adolescencia.
• Delirium, demencia, trastornos amnésicos y otros trastornos cognoscitivos.
• Trastornos mentales ocasionados por una enfermedad.
• Trastornos relacionados con sustancias.
• Esquizofrenia y otros trastornos psicóticos.
• Trastornos del estado anímico.
• Trastornos de ansiedad.
• Trastornos somatomorfos.
• Trastornos facticios.
• Trastornos disociatius.
• Trastornos sexuales y de la identidad sexual.
• Trastornos de la conducta alimentaria.
• Trastornos del sueño.
• Trastornos del control de impulsos.
• Trastornos adptatius.
• Trastornos de la personalidad.