La mama constituye una de las zonas de más alto valor simbólico del cuerpo femenino y su papel en la maternidad la convierte en uno de los pilares de la feminidad. De ahí que su pérdida parcial o total como consecuencia de un cáncer implique un gravísimo trastorno tanto a nivel físico, de imagen corporal, como psicológico/emocional para la paciente que lo sufre y para su entorno afectivo más cercano.
La incidencia del cáncer de mama no ha dejado de aumentar en las últimas décadas, por motivos no del todo esclarecidos, afectando actualmente a 1 de cada 9 mujeres. Así como también aumenta la edad de las mismas, siendo frecuente la detección durante la tercera década de la vida.
Los avances en el diagnóstico precoz mediante los programas de screaming, la mayor sensibilidad y especificidad de las pruebas diagnósticas, las mamografías digitales y la R.N.M (Resonancia Nuclear Magnética), las pruebas de diagnóstico genético, BRCA1y2 y la mejoría en los tratamientos coadyuvantes de radioterapia y quimioterapia prequirúrgica y postquirúrgica con fármacos más específicos han contribuido a que, hoy por hoy, podamos afirmar que el cáncer de mama es una enfermedad con un índice de curación superior al 80%. Todo esto ha permitido, también, que los tratamientos quirúrgicos sean más eficaces y selectivos, pudiéndose conservar parte de la mama o incluso toda la piel de la mama junto al complejo areola-pezón a pesar de realizar una mastectomía, lo que ha supuesto que la cirugía reconstructiva obtenga mejores resultados y más naturales y, sobretodo, que la reconstrucción mamaria pueda realizarse en el mismo acto quirúrgico.
La RECONSTRUCCIÓN INMEDIATA evita que la paciente se vea sin pecho y le ahorra el grave sufrimiento psico-emocional que esto conlleva.
El alto índice de curación de las pacientes ha posibilitado que la reconstrucción mamaria después de una mastectomía haya adquirido un papel relevante en el tratamiento integral del cáncer de mama, siendo la reconstrucción inmediata, en el mismo tiempo quirúrgico en que se practica la mastectomía, la que se realiza habitualmente, si es posible.
La técnica reconstructiva variará en función del tipo de tumor, extensión de la enfermedad y técnica quirúrgica oncológica utilizada, pero siempre habrá que usar la técnica reconstructiva más adecuada para cada caso con la finalidad de conseguir el resultado más natural posible y de la forma menos agresiva para la paciente.
Las técnicas de reconstrucción inmediata (al mismo tiempo que se realiza la mastectomía) son las mismas que en la reconstrucción diferida (después de realizar los tratamientos complementarios) pero el resultado estético y el impacto para la mujer no es el mismo, siendo mucho mejor la reconstrucción inmediata porque contribuye a un mejor bienestar emocional de la paciente y, por consiguiente, a una mejor y más pronta recuperación.
Des de la Clínica Ferran Solà, queremos sumarnos al Día Mundial del Cáncer de Mama y mostrar nuestro más sincero apoyo a todas las mujeres que han sufrido o están padeciendo esta enfermedad, así como a sus familias y seres allegados. Así como darles ánimos y recordarles el alto porcentaje de curación de esta enfermedad. Y queremos sumarnos a este día con una firme reivindicación: la reconstrucción mamaria inmediata, en el mismo acto quirúrgico que la mastectomía, como parte del tratamiento médico y siempre que sea posible.
Dr. Ferran Solà Barri
Cirujano plástico y estético.
Miembro de la Unidad de Mama del Hospital Universitario Arnau de Vilanova de Lleida, en la especialidad de Reconstrucción Mamaria.
